ANAMURI Y EL TTP

El TTP es una sociedad o acuerdo establecido entre 12 países del área Pacífico, entre ellos, Perú , México y Chile. A la fecha el tratado se encuentra firmado pero debe ser ratificado, por a lo menos seis países signatarios los que deben representar al menos el 85% del producto interno bruto (PIB) de la combinación de los doce países firmantes. En enero del 2017, el presidente electo de Estados Unidos dió una orden para retirar a su país del acuerdo Transpacífico de Cooperación Económina (TTP en inglés). Ello ha derivado en una situación de statu quo e incluso de inviabilidad para este tratado pues EEUU y Japón concentran el 79% del PIB de los doce países firmantes. Sin embargo nos parece relevante tener presente en qué consiste este tratado y el trabajo que la Asociación Nacional de Mujeres Rurales Indígenas está realizando en la difusión de sus reparos al TTP.
La apertura de mercados y una cartera millonaria de nuevos consumidores resultaban un aspecto positivo del tratado, sin embargo también veriamos sectores nacionales perjudicados, como es el caso de la agricultura, los recursos naturales y la tierra; ya que se elimina cualquier barrera a la extrangerización de la tierra, el agua y los recursos mineros. Elimina además los límites a la concentración de la propiedad.
Uno de sus peores efectos es que los países firmantes deberán someterse a la patentación de plantas y animales, situación a la que ya nos enfrentamos con la tramitación de la Ley de obtentores vegetales que hoy duerme en el congreso, en parte, gracias a la lucha social que se vivió a partir del 2011. El TTP exigiría ratificar la ley de obtentores vegetales conocida como ley Monsanto, la que sabemos va en contra de las semillas tradicionales y la defensa del patrimonio genético de campesinos e indígenas.
ANAMURI, organiza y promueve el desarrollo de las mujeres rurales e indígenas que realizan diferentes actividades: campesinas productoras, asalariadas agrícolas y temporeras, crianceras, artesanas, pescadoras, cultoras del folklore y las tradiciones de nuestro campo. En términos territoriales integra organizaciones y mujeres provenientes, en su gran mayoría, de localidades rurales y comunidades indígenas asentadas desde la I a la X región del país. Es por tanto, una organización nacional que recoge la diversidad de realidades del mundo rural: desde el punto de vista étnico, laboral, cultural, geográfico y regional; que logra coordinar, aglutinar y representar los intereses y demandas de las mujeres rurales (anamuri.cl)
Anamuri ha difundido las consecuencias del TTP, por ejemplo, si los campesinos utilizan semillas de empresas y de los centros de investigación, reservando algunas de ellas para siembra el próximo año, aún cuando sea para uso propio; sería considerado un delito. Queda además prohibido el intercambiuo, trueque o regalo de semillas. Las empresas por otra parte podrán privatizar las semillas campesinas mediante procesos simples de selección de poblaciones de plantas, las que luego serán aceptadas cpmo «variedades descubiertas». Una vez privatizados estos descubrimientos, podrán volver al campo y reclamar como propias tales variedades, impidiendo los tradicionales utilización de las mismas por nuestras comunidades campesinas e indígenas. Para reproducir tales semillas, habría que pagarle una patente a la empresa propietaria. Y este es solo una de sus garves implicaciones.
Si bien ahora el TTP duerme por el retiro de EEUU, hay que estar alertas respecto de posibles tratados bilaterales que pudieran incorporar las mismas especificaciones.