El bosque nativo es una recurso natural fundamental ya que aporta en la regulación hídrica, la formación y conservación de suelos, la conservación de la biodiversidad, la fijación de carbono, la provisión de alimentos, agua, obtención de medicinas entre otras. En este sentido la pequeña agicultura también tiene un rol que cumplir, y no sólo del tipo productivo. Se trata de desarrollar actividades como fomento de experiencias de turismo, levantar pequeños viveros forestales, arborizar sus predios con ejemplares nativos, colectar semillas y generar nuevos ejemplares forestales, difundir su rol en la medicina tradicional y en la cultura indígena, etc. El bosque nativo esta formado por especies autóctonas, que en varios casos sólo están presentes en nuestro territorio por lo cual también debemos tomar conciencia de su rol como patrimonio natural de nuestro país constituyendo además refugio de especies, cortinas rompe vientos y cosecha de productos no madereros como la miel.